En una de las discotecas más famosas de la ciudad se hacía una gran fiesta, y en medio de la noche un joven entró a la discoteca ; un joven que atraía las miradas de todas las jóvenes del lugar, era un joven apuesto, con ojos encantadores, alto y muy bien vestido.
Este joven se acercó a una hermosa chica para invitarla a la pista de baile y ella encantado por este apuesto caballero aceptó, mientras bailaban el joven le dijo que por favor no le mirara los pies pues según él no era muy buen bailarín y le daba un poco de vergüenza, ella asintió con la cabeza.Luego de un momento ella no pudo aguantar más y miró hacia los pies de su compañero, la joven se quedó sin aliento pues lo que sus ojos vieron no eran precisamente pies, eran unas horribles patas al parecer de cabra, lo joven se desmayó y las personas que estaban allí inmediatamente fueron a socorrerla y el misterioso joven ya había desaparecido del lugar.
La muchacha cayó en un estado de como y sus padres muy preocupados mandaron revisar las cámaras del lugar, tan grande fue la sorpresa de todos cuando vieron las grabaciones pues en ellas se veía claramente a la joven bailando sola.
Muchos dicen que en el espejo de uno de los baños del establecimiento estaba escrito con sangre lo siguiente:
"Viernes Santo, muerte de Cristo, Viernes Santo yo revivo y riego sangre y temor entre los humanos"
La discoteca durante varios días estuvo impregnada de un olor a azufre y la joven murió luego de unos días con unas quemaduras en su espalda.
Fuente: leyendas-urbanas.com
uuuuuuuuy que miiieedoo
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