El pozo ya llegaba a los 12000 metros, pero un gran derrumbe obligó a los geólogos a volver a perforar desde los 7000 metros hasta que en 1989 se alcanza la profundidad máxima de 12262 metros. Aquí termina la perforación pues se hacía imposible continuar debido a los 180ºc que hacía fluir una masa de fango e hidrógeno.
Cuenta la historia, que una vez alcanzada esta profundidad el calor se volvió insoportable, no sólo eran 180ºc, si no, que los detectores puestos en el suelo alcanzaron a marcar 1000ºc, y unas voces espantosas acompañadas de gritos y lamentos se empezaron a escuchar; eran similares a lamentos humanos y al parecer estaban siendo azotados y golpeados por otros seres, pues también se escuchaban rugidos y garras despedazando piel. Los científicos se llenaron de miedo, pues creyeron haber encontrado el mismísimo infierno y peor aún que se encontraba acá en la Tierra.
El Dr Azzacov agregó: "Como comunista, no creo en el cielo ni en la biblia, pero como científico ahora creo en el infierno", es innecesario decir que fue algo impactante al haber hecho este descubrimiento. Pero sabemos lo que vimos y lo que escuchamos y ahora estamos convencidos de que taladramos las puertas del infierno.
El Doctor continuó diciendo... " El taladro repentinamente empezó a dar vueltas descabelladamente indicando que habíamos alcanzado una gran caverna. Los sensores de la temperatura indicaron un gran incremento "
"Bajamos un micrófono, diseñado para detectar los sonidos de las placas en movimiento, y escuchamos voces humanas gritando de dolor".
Fuente: tejiendoelmundo.wordpress.com
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